No a la Discriminación de origen

Hoy me ocurrio algo muy curioso.

Iba en un viaje corto en MTR desde la estación Central de Hong Kong y cuando las puertas se estaban cerrando entra, de último, un señor  muy apurado y con ropas tradicionales musulmanas. El señor debe haber sido seguramente Afgán o de Pakistán, pero tenia la mirada profunda, hundida y los ojos grandes, vidriosos como tienen los ojos las personas de extrema fé.

Haber vivido en Hiroshima con personas de tan diversas nacionalidades y creencias morales y espirituales a quienes quiero como si fuesen mi familia me hace esforzarme continuamente en ser  tolerante respecto a las diferencias de credo, raza y culturas.

Pero por unos minutos en ese tren no lo pude evitar. Para colmo eran las 5 de la tarde y el señor empezo a recitar sus oraciones silenciosamente (como hablando calladito).

Aunque en ese tren nadie hablo al respecto , creo que todos estaban pensando lo mismo. Pero nadie se atrevió a expresarlo. Al final complete mi recorrido de tres estaciones sin bajarme del tren y obviamente no paso nada. Sintiendome un poco culpable por los malos juicios.

Me gustaria que cesara la discriminación, pero lamentablemente lo que hacen tus congéneres pone una etiqueta en ti tambien, asi tú te esfuerzes en ser diferente o en evitar ser etiquetado. En lo personal hago un esfuerzo para no discriminar a nadie. Al mismo tiempo en mis años como extranjero han habido momentos en los cuales “Latino” o “Venezolano” es un exclusivo club privado y en otros un saco full de manzanas podridas.

Pienso tambien que cualidades humanas como el amor, la tolerancia, la paciencia, el deseo, la compasión y la amistad no pertenecen de manera exclusiva a ninguna creencia religiosa, nacionalidad o secta.

Debo recordar lo anterior siempre

Isshokenmei

JAP

← Previous post

Next post →

1 Comment

  1. Bonita reflexión mi José, y estoy de acuerdo contigo, pienso y siento que discriminar a las personas por sexo, raza, condición social, credo, posición politica y por cualquier diferencia con respecto a nuestras propias creencias es un acto inhumano, sub desarrollado y muy poco inteligente. Nadie tiene la verdad absoluta, todos tenemos nuestras verdades que compartimos con las demás personas. Lo que hace a una persona especial y buena son sus actos, sus sentimientos, su solidaridad, empatía, y amor por lo que hace, entre otras cosas, las diferencias son solo eso, diferencias. La calidad humana que por cierto, puede venir vestida de cualquier color, tener cualquier forma física, cualquier color de piel, o cualquier creencia religiosa, solo se demuestra con hechos. Somos una gran familia humana, no estamos tan separados los unos de los otros, tampoco somos tan diferentes, repito lo que hace a un ser humano especial son en definitiva sus actos, pensamientos y sentimientos….

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.